Un equipo noruego, en colaboración entre el Instituto Noruego de Investigación sobre Alimentos, Pesca y Acuicultura (Nofima) y la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida (UMB) y otros, publicó un artículo en la revista British Journal of Nutrition* que informa los resultados de un estudio sobre los efectos de aumentar los niveles de ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) en las dietas de salmón del Atlántico cultivado en el país.
El estudio buscaba investigar el efecto del aumento de los ácidos grasos omega 3 (EPA y DHA) en la dieta sobre el crecimiento, la salud y el bienestar de los peces.
Como los autores del estudio señalan en su introducción, la industria de la acuicultura se ha expandido de manera explosiva en los últimos años y “proporciona la mitad del pescado consumido en todo el mundo”. Sin embargo, la demanda sigue creciendo, por lo que también se espera un mayor crecimiento en la industria. No obstante, los suministros de ingredientes marinos son limitados, lo que impulsa a los productores de pescado a reemplazar los ingredientes de la alimentación de los peces, como la harina de pescado (FM, del inglés fish meal) y el aceite de pescado (FO, del inglés fish oil), con productos a base de plantas.
Este es especialmente el caso de Noruega, donde el uso de FM y FO en las dietas de salmón del Atlántico producido en el país ha disminuido de un 90 % a menos de un 30 %. Si bien esto ha logrado el objetivo de reducir las demandas en ambientes marinos, también ha tenido la consecuencia de producir pescado con menores niveles de ácidos grasos omega 3 saludables, incluidos el EPA y DHA, en sus tejidos. Mientras tanto, el uso creciente de ingredientes vegetales en la alimentación de los peces ha dado como resultado niveles elevados de ácidos grasos omega 6 en el tejido del pescado y ha distorsionado la proporción entre el omega 6 y el omega 3. El aumento de la ingesta de omega 6 se asocia con el incremento de inflamación.
También existe evidencia de que cuando los peces tienen niveles bajos de ácidos grasos omega 3, el crecimiento se ralentiza y tienen tasas de mortalidad más altas debido a una disminución en la capacidad de enfrentar los desafíos medioambientales.
El resultado de la suma de esto es una disminución en el valor nutricional del salmón de cultivo.
Los investigadores descubrieron que los peces alimentados con alimentos que contenían un 3,5 % de EPA y DHA crecieron más, eran más saludables, tenían una menor mortalidad y producían filetes de mayor calidad y valor nutricional.
En el estudio, se comparó Salmon del Atlántico, sembrados como smolts en 12 jaulas de mar, los cuales fueron alimentados en triplicado, de manera consistente con 4 dietas distintas: 1,0 %, 1,3 %, 1,5 % y 3,5 % de EPA y DHA. Después de un año, los peces fueron evaluados para ver cómo estas dietas habían afectado su crecimiento, varios aspectos de su salud y la calidad de sus tejidos.
Los peces que recibieron la dieta del 3,5 % fueron superiores a los peces alimentados con las otras dietas en todos los aspectos:
- Los pesos finales fueron entre un 8 % y un 12 % más altos.
- Las longitudes y tasas de crecimiento fueron notablemente superiores.
- El contenido de grasa en el hígado fue un 45 % menor.
- Los niveles de ácidos grasos saludables presentes en el tejido fueron el doble que los de los peces alimentados con dietas con niveles reducidos de EPA y DHA.
- Los niveles de los tejidos de ácidos grasos omega 6 no saludables fueron más bajos que en los peces alimentados con otras dietas.
- Se informaron menos muertes no relacionadas con la depredación.
- Se observaron niveles más bajos de alteraciones físicas.
- Los filetes tuvieron los niveles más bajos de manchas de melanina (Melanosis) y la expresión de color en general fue el mejor.
El estudio demuestra claramente cómo el aumento de los niveles de EPA y DHA en las dietas de los peces puede fomentar el crecimiento y la producción, a la vez que ofrece un producto de mayor calidad. Esta observación, a su vez, demuestra la necesidad de desarrollar fuentes de EPA y DHA que provengan de fuentes marinas; un ejemplo de este tipo es el Aquaterra Advanced Omega-3, que proviene únicamente de ingredientes de origen terrestre.
Esperamos ver los resultados de otros esfuerzos de investigación en curso que buscan descubrir nuevas maneras en que la industria de la acuicultura pueda satisfacer las necesidades nutricionales de la población mundial en continuo crecimiento.
* Cita:
Lutfi et al., (2022) Increasing dietary levels of the n-3 long-chain PUFA, EPA and DHA, improves the growth, welfare, robustness and fillet quality of Atlantic salmon in sea cages. Br J pp 1-19. Nutr DOI: https://doi.org/10.1017/S0007114522000642